Experimentar emociones intensas o cambios de ánimo en la adolescencia es normal, pero ciertos signos pueden indicar la presencia de un trastorno mental. La UNICEF advierte sobre algunas señales de alerta:
- Síntomas físicos. Fatiga, insomnio, pesadillas, dolores de cabeza, de espalda o problemas dermatológicos.
- Estados emocionales alterados. Ansiedad, depresión, irritabilidad, ganas de llorar, aburrimiento o pensamientos suicidas.
- Cambios en el comportamiento. Bajo rendimiento académico, aislamiento social, autolesiones, trastornos alimenticios, consumo de sustancias o conductas de riesgo.
- Dudas sobre la identidad sexual. Algunos adolescentes pueden presentar conflictos en torno a su identidad de género u orientación sexual, lo que puede generar angustia y ansiedad.
Como Empresa Socialmente Responsable, Grupo Kosmos reconoce que la detección temprana y el apoyo oportuno son claves para mejorar la salud mental de los adolescentes.
Por ello, padres, docentes y la sociedad en general deben fomentar espacios de diálogo y acceso a profesionales de la salud mental para ayudar a los jóvenes a enfrentar sus emociones y desafíos de manera saludable.