El aceite de argán, como su nombre lo indica, proviene del árbol del argán, endémico de Marruecos. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este ecosistema no sólo es importante en términos de conservación, sino también para la investigación y el desarrollo socioeconómico, debido a su uso forestal, agrícola y ganadero, lo que atraviesa a lo anterior con un carácter de sostenibilidad.
Los bosques de argán proveen recursos forestales, frutos y pasto. Tanto las hojas como los frutos son comestibles y altamente valorados, al igual que la vegetación inferior, y sirven como una fuente crucial de alimento para todos los rebaños, incluso durante épocas de sequía. Los árboles también se emplean como combustible para cocinar y calentar.
El argán es un árbol versátil que contribuye a generar ingresos, fortalecer la resiliencia y promover la adaptación al cambio climático, desempeñando un papel significativo en la promoción de los tres pilares del desarrollo sostenible: económico, social y ambiental, a nivel local.
La producción sostenible de argán ayuda a mejorar la autonomía económica y la inclusión financiera de las comunidades locales, especialmente de las mujeres que residen en áreas rurales.
Es por esto y más razones que cada año se celebra el Día Internacional de los Arganes el 10 de mayo, además de que todos los conocimientos relativos a este árbol fueron inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad de la UNESCO, desde 2014.
Los dueños de Corporativo Kosmos, conscientes del rol que juega el sector privado en cuestiones medioambientales, emplean una serie de medidas que garantizan una interacción armoniosa con el entorno natural y sostenibilidad en todas sus operaciones, lo que le ha valido la certificación ISO 14001, por su Sistema de Gestión Ambiental.