Alimentar a los más pequeños con dietas saludables es fundamental para un excelente crecimiento.
Las necesidades energéticas de los infantes varían según el paso de los años. La nutrición infantil contempla el ritmo del desarrollo, el crecimiento, los gustos, el apetito, la actividad física y el estado de salud.
En el primer año de vida la leche es el alimento esencial por excelencia. La lactancia materna es lo ideal durante los primeros 6 meses de vida del bebé. Los beneficios de la leche materna están demostrados, aporta todos los nutrientes que necesita el bebé y refuerza el vínculo entre madre e hijo.
Entre el 1 y los 3 años de vida se establecen de forma definitiva los hábitos alimenticios.
Es recomendable dividir la ingesta de la siguiente forma
- Desayuno: Debe contener un lácteo, un cereal y una fruta
- Almuerzo: Puré de verduras con legumbres, pasta y arroces; carne o pescados triturados en trozos pequeños y tortillas.
- Merienda: Fruta
- Cena: Cereales, frutas y leche.