Uno de los primeros pasos que una nueva empresa debe dar es establecer su filosofía y valores. Aunque esto parece sencillo de hacer, en realidad es un complejo ejercicio de reflexión.
Para llegar a una respuesta, la compañía tiene que preguntarse por qué existe, es decir, cuál es su propósito y qué cambio busca dejar en su país o en el mundo.
Si bien cada empresa tiene su propio cuadro de valores, hay algunos que es importante considerar y revisar si se alinean al propósito del negocio:
- Lealtad. No sólo hacia la compañía, sino a las personas que impactan directa e indirectamente.
- Honestidad. La transparencia es uno de los principales valores empresariales hoy en día. No sólo es una buena práctica, sino es una conducta que la sociedad espera de los corporativos.
- Pasión. Una empresa necesita amar su negocio y creer en él para potenciarlo.
- Responsabilidad social. La sostenibilidad ya es inherente al mundo de los negocios, por lo que sus acciones deben estar orientadas hacia el bienestar social, económico y ambiental.